Tener intimidad con nuestra pareja debe resultar un combo de placer, la estimulación, cualquiera que ésta sea, debe llevarnos a una explosión de sensaciones placenteras.
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Y si después de la intimidad, o incluso durante el contacto, percibes algo de dolor en tu zona íntima, algo no está funcionando.
Te compartimos una lista con las posibles causas de dolor en tu zona V después de ir a la cama con tu pareja:
1. Falta de lubricación.
Si no tienes el grado suficiente de excitación, tu zona V no lubricará lo que debe para poder disfrutar del acto. La lubricación es necesaria para que lo que se introduce en tu «V» no lastime, eso incluye el miembro de tu pareja o un juguete sexual.
Si bien te puedes ayudar con un lubricante, una recomendación básica es que hables con tu pareja y se enfoquen más en ti para que estés dispuesta al cien por ciento y evites el dolor. Los besos, las caricias en todo tu cuerpo y la estimulación oral son de gran ayuda.
2. Demasiada fricción.
Quizá tu pareja aguanta mucho antes de acabar y por muy lubricada que estés, un acto sexual muy duradero puede irritarte, súmale más fricción si éste ocurre con mucha fuerza. Quizá en el momento no lo notes pero después de unas horas te sentirás incómoda.
Lo ideal es que ambos platiquen acerca de cómo se van sintiendo y si notas que comienza a bajar tu satisfacción porque ya sientes que comienza la irritación, intenten movimientos más suaves o un final feliz más cercano.
3. Falta de suavidad en la masturbación.
Así como la masturbación nos ayuda a prendernos, cuando no se mide la fuerza o la duración puede dejarnos más que sensibles, adoloridas.
Además no es una zona que pueda relajarse de inmediato, lo mejor es que no la extiendan por mucho tiempo o que siempre la hagan con delicadeza.
4. Inflamación.
Ya sea por una infección vaginal, porque la sesión de intimidad duró mucho o fue más fuerte de lo que esperabas. La inflamación puede causar dolor en toda la zona íntima.
5. Alergia.
El dolor también podría presentarse como síntoma de alergia al látex del condón o a elementos que contenga el lubricante.
6. Resequedad vaginal.
Es algo similar a lo que te mencionamos en el #1, sin embargo, las causas pueden variar pues no tiene que ver el tipo de relaciones íntimas que tuviste. La resequedad vaginal es causada por desequilibrios hormonales, sobre todo en la etapa de la menopausia, si estás dando pecho, tomando medicamentos antiestrógenos o quimioterapia.
Consulta con tu ginécologo cuál podría ser el método anticonceptivo y el lubricante ideal para ti y tu pareja, pero sobre todo, acude a él si la molestia no desaparece.
