Así lo dijo Mario Benedetti y hoy ocupo su frase para advertirte que la química entre nosotros provocará cosas inolvidables.
Lo sé y lo siento, lo veo en tus ojos y lo saboreo en tus labios, aquellos que veo cuando estás enfrente de mí y esos que cuando beso me regalan las estrellas.
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En fin, sólo te digo que no me tientes, no me provoques, porque si nos tentamos caeremos en el momento en que nuestras vidas estén unidas para nunca disolverse, seremos recuerdos, hermosos recuerdos que aunque duelan siempre tendrán un sabor delicioso.
«No me tientes, que si nos tentamos no nos podremos olvidar»
Si estás dispuesto a tener esto en tu vida, una historia que aunque acabe te deje marcada la piel y el corazón, sigue coqueteándome, sigue apareciéndote en mis días y en mis noches.
Si estás dispuesto a iniciar una historia única, mágica, irrepetible, en donde el deseo esté a flor de piel y el amor vaya fluyendo como ambos deseemos, adelante, sigue, bésame.
Así que ya lo sabes, quizá sea momento de vernos a la cara con el corazón y las voluntades abiertas para seguir adelante y dejar que esta historia llegue a donde quiera.
Pero, te lo advierto, una vez que me dejes pasar tu vida y una vez que yo esté en la tuya, nada volverá a ser como antes.
Contagiaremos nuestras vidas con la ilusión de besos nuevos, de camas nuevas y por explorar, de sentimientos que irán creciendo según nosotros mismos.
Quiero verte, quiero estar contigo, quiero que en nuestras noches se plasme la felicidad de algo complicado con sabor a más.
Y, si esto va a comenzar debes de estar dispuesto a la aventura, a liberar tus instintos y olvidarte del pasado para sólo vivir el presente…
