A tu pareja debes tenerle confianza, debes decirle lo que sientes…
¿Quién establece los límites a los que una mujer debe aspirar o no en una relación? ¿Será que somos las mismas mujeres las que no nos permitimos exigir a la persona que está a nuestro lado?
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Independientemente del tipo de relación que tengamos, la realidad es que tenemos todo el derecho de hablar y pedir lo que queremos o lo que no nos están dando, pero parece que debido a inseguridades e historias amorosas súper amargas, no sentimos esa confianza de mandar al carajo a quien no está abierto a escuchar lo que deseamos.
¿Te ha pasado que quieres hablar con tu pareja de las expectativas y sólo te responde que él no piensa en eso porque «está bien viviendo el presente»?
Y como topamos con pared, no pudimos entablar un diálogo real acerca de lo que deseamos, es como si oír la palabra expectativa, le diera escalofríos enmudecedores y no queda otra más que cambiar de tema… ¡justo a eso nos referimos!
¿Por qué callar nuestras inquietudes? ¡No, se trata de decir lo que queremos!
Esto incluso aplica en las relaciones informales, «Ábreme la puerta del carro», «Veámonos más seguido», «Sé más tierno»…
Es básico
Si necesitamos algo de alguien más debemos pedirlo y si teniéndolo, no nos lo dan, es momento de reflexionar ¿qué tanto nos conviene una relación con más límites que libertades?
De lo que se trata es de no hacernos a la idea de que estamos satisfechos con algo que en realidad no nos satisface, por lo tanto, debemos hablar y expresar lo que deseamos.
Si algo nos está haciendo falta, no debemos quedarnos calladas, debemos decirlo con todas sus letras, sí, sabemos que se lee hasta poético, pero en la realidad no todas las mujeres tenemos las ganas de pedir las cosas y mucho menos despertar una ligera discusión para obtenerlas.
Por ponerlo con música… hasta Lucero y Mijares lo decían en la letra de «El privilegio de amar»:
«…Di lo que sientas, haz lo que piensas, da lo que tengas y no te arrepientas, y si no llega lo que esperabas, no te conformes, jamás te detengas…» ¿le seguimos?
Si tú eres de las mujeres que no se quedan calladas y dice abiertamente lo que quiere, te felicitamos, ya en otro post hablaremos de si logras obtenerlo, pero la idea elemental que queremos poner sobre la mesa con estas líneas es alzar la voz y no dejar pasar nuestras necesidades como algo secundario.
Sólo quisiéramos cerrar con una frase que viene a complicar más el asunto: «En el pedir está el dar», quizá es aquí dónde todo converge en la posibilidad de una discusión.
Pero valdría la pena intentarlo si se trata de construir una relación que nos haga felices. Recuerda que estás en todo tu derecho de pedir y sobre todo de ser escuchada.
