No soy una mujer a la que los cumplidos la conquisten, aunque agradezco las palabra dulces, prefiero los hechos, las promesas cumplidas y las acciones a favor del amor.
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A mí no me endulces el oído, a mí endúlzame toda la vida, no soy una mujer a la que conquistas hablándome bonito, yo me enamoro de las personas que demuestran, que luchan, que sientes, que ríen, que viven.
Hace muchos años me conquistaban por las palabras, hoy son los hechos los que realmente revelan amor y, aunque aprecio el poder de las palabras y de los silencios, no pierdas tu tiempo pensando que lograré caer ante susurros en mi oído.
Te observaré el tiempo que sea necesario hasta que me convenzas con tu actitud retratada en acciones porque tus palabras bonitas no son lo que me harán darte una cita, será tu gentileza, atenciones e intenciones lo que me hagan considerarte.
Lo siento, querido pero no soy de esas chicas que sueles conquistar en la barra con una sonrisa disfrazada con discursos fáciles.
Mi experiencia, mi edad, mi propias aspiraciones personales, me mantienen los pies en la tierra hasta en los más lindos halagos, no soy una mujer fácil, no soy una mujer que conquistes sin esfuerzo.
A mí no me enamoras con palabras al viento, tu encanto radicará en las oportunidades que te abras conmigo por tus acciones, por demostrar tu carácter y personalidad lejos de falsas pretensiones.
Soy una mujer que sabe bien lo que quiere…
Pero sobre todo, sé muy bien lo que NO quiero y en definitiva, no quiero a alguien que me hable bonito pero me trate mal, que me escriba meloso mensajes de bueno días pero en sus hechos me rechace, menosprecie o no me dé mi lugar
Soy una mujer que sabe lo que quiere, lo que vale y lo que es valioso, una persona que se da a conocer por su bondad, por sus hechos y por sus silencios, más allá de las palabras.
