Dicen que tener malos hábitos en la vida te vuelven una persona débil, y al parecer tienen toda la razón, tú eres mi mayor debilidad.
No es que seas una persona que me lastime o no me quiera, pero, simplemente no estamos hechos el uno para el otro.
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Nos aferramos a la idea de que somos un buen equipo y que estamos destinados a estar juntos, sin embargo, todas las señales dicen lo contrario. Nos hacemos más mal que bien.
¡La sonrisa más encantadora!
Eso fue lo que más me mató, tu sonrisa tan irresistible, además de esos labios gruesos que me pedían a gritos morderlos.
También esa adorable voz y todo lo que dices. Me molesta tanto tu inteligencia, pues en ocasiones me hace sentir vulnerable, como si no estuviera a tu nivel, aunque tú me digas que eso no es cierto.
Estamos en momentos diferentes de la vida, tú quieres algo casual y yo ya me enamoré, por eso permito que seas ese mal hábito, en el que caigo cada vez que tú me llamas.
La pasión…
Dices quererme, pero no de la forma en la que yo quiero y necesito. Debes aceptar que no es amor esto es más pasión y deseo.
Sí, nos la pasamos muy bien y hemos vivido noches increíbles, pero siempre caemos en los mismos errores y nunca resolvemos los problemas.
Los dejamos a un lado y nos quedamos en nuestra burbuja, hasta que se revienta y todo empeora.
No podemos regresar el tiempo y cambiar las cosas, por eso preferimos alejarnos durante un tiempo… Volver como ese mal hábito que odiamos, pero que no podemos (ni queremos) superar.
Mi mal hábito favorito
Probablemente te has convertido en mi mal hábito favorito. Uno que no me hace tanto mal, tal vez, no sea tan malo seguir conservando esta historia y ver que pasa después…
Y tú…. ¿Tienes un mal hábito con nombre y apellido?
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