Una de las cosas más desagradables de la vida, sin duda, es ser despedido de un empleo cuando ni lo contemplamos…
Primero, la sorpresa; luego la indignación; después el sentimiento de derrota y todo lo que eso conlleva; y finalmente ¡lo que más cuesta! pero alivia, el momento de pasar la página y superarlo.
Pero como en realidad nunca queremos pasar por allí, o por lo menos NO de manera involuntaria, te compartimos algunos hábitos que te harán ver profesional y no podrán en riesgo tu actual empleo:
¡Toma nota y evítalos!
1. Ser cuidadoso con la imagen que proyectas.
Tanto en tu imagen personal como en las actividades que son tu responsabilidad.
Sin duda, una buena presentación te ayudará a verte más profesional y además te acercará al ascenso que tanto buscas; lo segundo, que implica entregar tu trabajo con puntualidad y cuidar al máximo los detalles, será necesario para demostrar tu eficiencia.
2. Ser empático pero no exagerado
Es bueno tener amigos o al menos mantener un trato cordial con los compañeros de trabajo, pero no demuestres una exagerada empatía durante las horas de trabajo.
Recuerda hay momentos para todo, y la prioridad en la oficina es sacar tu trabajo adelante, por encima de los lazos afectivos que puedas construir allí.
3. ¡Nada de romances ni coqueteos en la oficina!
¡Nada de relaciones amorosas en la oficina! Nunca, pero NUNCA terminan bien, y como adulto sabes que tu trabajo en ningún momento puede ponerse en riesgo porque de eso depende tu economía.
Por eso, evita las tentaciones, compórtate en todo momento, porque -aunque no lo creas- mucha gente se está dando cuenta de lo que haces.
4. Puntualidad por sobre todas las cosas
Hay días que son la excepción, peor no hagas de la impuntualidad un hábito.
A nadie le gusta esperar por ti, ni trabajar más que tú, ni verse afectado por tu falta de responsabilidad.
¡Organiza bien tu día y demuestra que puedes con tus responsabilidades y muchas más!
5. Mostrar orden en tu espacio de trabajo
Sin importar que limpien tu oficina u escritorio todos los días, intenta tener tu espacio de trabajo de manera agradable y ordenada, con 3 objetos como máximo para que no te resten concentración y puedas ser más ágil a la hora de realizar tus pendientes.
6. Máxima concentración en tus actividades laborales
A menos que sea una emergencia, intenta dejar los asuntos personales para un horario distinto al del trabajo.
Primero, porque es incómodo para las otras personas escuchar tus conversaciones personales; segundo, porque estás contando cosas que no quieres que los demás sepan, y tercero, porque da la impresión que tienes tu vida descontrolada o con tantos imprevistos que restan confianza.
¡Cuéntanos qué haces tú para lucir profesional!
Vía nuestro partner El Personalista.
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