A veces una relación no termina por problemas que la pareja llegue a tener, a veces termina por factores externos a ellos.
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Aunque es poco común que las personas dejen que su entorno influya a ese grado de separarlo de su pareja sí puede suceder, estos puntos son un ejemplo de que puede suceder:
1. Presiones familiares.
Aunque es muy poco común que una pareja decida acabar su relación por lo que diga su familia SÍ ha sucedido. Cuando una persona es eterna es muy fácil opinar puesto que tienen otra perspectiva de la situación.
Y esto es más común si ven que alguno de los 2 sufre mucho o tiene más malos momentos que buenos con su pareja.
2. La distancia.
Ya sea por desconfianza, por celos o por no poder soportarlo, existen parejas que no pueden con los kilómetros que los separan y desisten antes de estar juntos de nuevo.
Es cierto que la distancia pone a prueba a las parejas y que sólo aquellas con amor verdadero sobreviven sin importar cuánto tiempo lleven lejos el uno del otro.
3. Diferencias ideológicas.
También las parejas termina por tener diferentes religiones, ideologías políticas o espirituales. En ocasiones la religión de una persona puede más que el amor que siente por su pareja.
Existen parejas que renuncian a su religión, a su herencia y familia por amor pero también existen parejas que no soportan perder a su familia por una persona y mejor terminan su relación.
4. Las emociones del otro.
Es muy importante separar los problemas laborales de los personales y no dejarse llevar por lo que la sociedad diga o haga.
Si tu pareja no sabe separar las presiones individuales que tiene, es bastante claro que no podrá manejar los problemas que surjan entre ustedes.
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