Para ti, ¿qué es la felicidad? ¿Se trata de un cúmulo de cosas que debes tener en tus manos? ¿Una casa, un auto, una marca de ropa, un trabajo bien remunerado? Aunque entendemos las necesidades a las cuales estamos expuestas en esta época, queremos compartirte un enfoque diferente.
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Parte del punto de vista de Roberta Paltrinieri, doctora en Sociología y profesora de Sociología del consumo en la Universidad de Bologna, encontramos una entrevista de ella en internet y nos pusimos a debatir acerca de su modo de ver la felicidad.
La doctora dice que desde el punto de vista aristotélico, el concepto de felicidad se refiere a la obtención del placer a través de una acción y con el paso de los años, se ha ido construyendo una sociedad de consumo sobre esta perspectiva.
Pero como ella lo señala, el problema no radica en que hoy, la felicidad se relacione estrechamente en obtener placer por el acto de consumo o el estatus que te da cada objeto, sino que se ha convertido en un vicio insaciable y compulsivo, ya que muchas personas encuentran en la adquisición de bienes, una manera de calmar su ansiedad.
Roberta Paltrinieri, aseguró que si en sociedad nos esforzamos por crear un concepto de felicidad distinto, realmente seremos personas felices, «las sociedades felices son las que producen relaciones, vínculos. Las infelices son las que en el lugar de las relaciones venden productos. En síntesis: la gente feliz genera vínculos; los infelices compran compulsivamente.»
Aterrizamos estas ideas con ejemplos de cómo aplicarlos en la vida diaria…
Urge crear grupos que no deseen un bienestar individual, sino que deseen un bienestar colectivo/Cuida el árbol que está enfrente de la casa de tu vecino, aunque no está en tu entrada, sí está en tu calle. Un vecindario bonito te hará feliz, dará mejor paisaje y llenará de vida tu ambiente.
Es prioridad enseñar a las nuevas generaciones el placer de compartir, pero no sólo bienes, sino tiempo/Enséñale a tus hijos a prestar sus juguetes y a jugar con otros niños sin importar su clase social, será una persona bondadosa y sensible a las condiciones de otros.
Debemos reforzar la importancia de la confianza y reciprocidad para el bienestar de relaciones sociales/Si el trabajo de tus vecinos queda cerca del tuyo pueden irse en un mismo auto, ahorrarán en gasolina y podrán compartir tiempo.
No compres para encajar en un grupo de personas, se feliz contigo para ganarte el corazón de los demás/Olvida el último iPhone, mientras tu teléfono celular sea útil, no necesitas uno nuevo.
¿Una casa, un auto, una marca de ropa, un trabajo bien remunerado?/Una familia, experiencias nuevas, tener una personalidad auténtica, que ames lo que haces.
Veámoslo así, ¿cuántas personas van solas en su auto mientras están atoradas en el Periférico de la Ciudad de México? todas están viendo la necesidad individual de irse a trabajar, invierten dinero en gasolina y tener un auto que resista su estilo de vida…
¿Qué pasaría si se ocuparan todos los espacios del auto?
Si se viera por la necesidad colectiva, habría menos autos en las calles, más espacio para los coches que sí se trasladan, se ahorraría dinero y se reduciría la contaminación y el tiempo de recorrido, lo que aumentaría la calidad de vida de todos los que diariamente cruzan la ciudad. Además con las 5 personas a bordo, podrías establecer una plática amena que te ayudaría a llegar de buenas al trabajo, lejos del estrés del tránsito.
Este concepto de felicidad ve al consumo como medio para obtener el placer, no como objetivo para tener placer.
¡Ponlo en práctica en tu vida! Enséñale a tus hijos a compartir, a ver a su alrededor, a establecer vínculos con la gente, no con los objetos.
