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Domina el arte de dormir con tu pareja y deja de extrañar la soltería

Sabemos que es complicado, pero eventualmente le encuentras el gusto

Sabemos que es complicado, pero eventualmente le encuentras el gusto

Seamos honestas: dormir acompañadas es horrible.

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Es muy lindo eso de abrazarte un rato, de darse un beso de buenas noches, de quedarse platicando hasta la madrugada, de poder voltear y despertarlo para una buena sesión de sexo inesperado, pero dormir con alguien es espantoso.

Más si pasaste muchos años durmiendo sola.

Dormir es algo que se hace solo y tener que compartir tu espacio con otra persona siempre es complicado

Cuando se te pasa la fase del enamoramiento y la necesidad de estar pegada a esa persona todo el tiempo, empiezas a reconsiderar tu amor cada vez que tu pareja se da la vuelta y te jala las cobijas.

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Y a todo nos podemos acostumbrar… Tampoco es que vayas a vivir eternamente soltera por tu incapacidad de compartir la cama. Pero siempre queda la duda de si no hubiera sido mejor eso que tener que escucharlo roncar.

Sabemos que es difícil y que cada noche, después de la magia del abrazo y el beso, cuando cada uno se voltea para su lado, sufres.

Por eso te tenemos esta guía te ayudará a dominar el arte de dormir juntos, para que, eventualmente, dejes de coquetear con la soltería.

El tamaño sí importa

De la cama, obviamente. Sí hay una gran diferencia entre dormir en una King, una queen o una matrimonial. En una King ni siquiera te vas a dar cuenta de que está ahí, pero en las otras 2 sí lo sientes.

Por supuesto que entre más grande sea la cama mejor vas a dormir. Considéralo si estás por comprar una cama nueva… aunque estés soltera. Si puedes comprar una gigante, hazlo.

Dormir sin abrazarse no es falta de amor

Para dormir no necesitas ayuda… De hecho, cualquier cosa ajena a ti te estorba.

Así que deja de pensar que si no amanecen abrazados es porque las cosas se están enfriando. Eso que pasa en las películas, en las que amanecen perfectamente bien sincronizados, ella acostada en su pecho y él con los brazos frescos es irreal, es una fantasía.

Si él deja su brazo debajo de tu cuerpo amanecerá con el brazo entumido; si tú te duermes en su pecho amanecerás con el cuello torcido.

Esto no tiene lógica, así que deja de intentarlo. Tu relación se construye cuando están despiertos, el mundo de los sueños es totalmente solitario.

Hábitos y costumbres

Hay cosas a las que te vas a acostumbrar conforme pase el tiempo y cosas a las que no.

Por ejemplo, puede ser que eventualmente dejes de escuchar los ronquidos o él se deje de despertar cada vez que tú te levantas al baño.

En algún momento los ruidos y movimientos del otro se hacen comunes y dejan de estorbar. Lo que después de 3 meses no se ha ido, no se va a ir nunca.

Si sigues escuchando sus ronquidos o te sigue molestando que estire una pierna, eso no va a cambiar.

Son esas cosas las que tienes que sobrevivir. Si es un tema de ruido intenta con tapones en los oídos. Si es un tema de cobijas intenta poniendo 2 cobijas, una para cada uno. Si es un tema de espacio busca una cama más grande.

No todo te va a molestar para siempre, nuestra capacidad de adaptación es impresionante. Pero sí habrá cosas que nunca se vayan y tendrás que pensar en alternativas para solucionarlas.

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