Si eres de las mujeres que saben amar a una persona aceptando su pasado, sus historias, sus fantasmas y entiendes que no hay manera de renunciar al pasado pero se debe vivir el presente esperando que así llegue el futuro, tienes un gran corazón.
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El problema es cuando te topas con aquella persona que sí le pone un límite a ese amor, cuando aparece en tu vida alguien que no sabe cómo recibir todo lo que estás dispuesta a dar.
Tú lo amas con todas sus heridas, con su pasado complicado, con sus decisiones equivocadas, lo amas y aceptas con todo su mundo y su imperfección.
Lo quieres solo, divorciado o con sus hijos, con sus líos en la cabeza y enredos en el corazón, pero es él quien no puede entregarse por completo, el que te frena, el que marca distancia, el que piensa que todo se volverá más complicado si deciden estar «bien».
Decide por ti, decide que tenerte en su vida es complicarte más la tuya, se excusa diciendo: «no es la vida que mereces», «soy el más inconsistente», «te mereces algo mejor», entonces la pregunta es: ¿de qué sirve valer si no mereces?
El amor es una locura y nos envuelve hasta pensar en posibilidades, soluciones, ventajas, pensar en los pros y no considerar los contras, pero si el amor no alcanza para eso y sólo ve problemas, algo está mal.
El amor es ternura, cariño y compasión, pero sabemos que duele cuando es la persona amada la que no está segura de querer/poder recibir nuestras muestras de afecto y ante eso sólo te dice: No te merezco y no mereces esto.
Si es así, entonces, no merece el amor que estás dispuesta a dar, si no está seguro de querer recibir todo lo que tienes es porque no PUEDE sostenerlo, es porque no sabe cómo recibir lo bueno que la vida el manda.
Así que, reflexiona qué es lo mejor para ti, si es volver a empacar todo lo bello que tienes para dar y esperar hasta que llegue alguien que merezca y quiera recibirlo, que esté dispuesto a dejarse amar o, tratar de amar a alguien con todas tus fuerzas en las dosis que la persona permita.
Está en ti, construir tu presente con la menor frustración emocional posible y dejar ir un amor que no sabe apreciar y recibir todo lo que eres.
