Tener una relación amorosa exitosa tampoco es tan difícil como se cree.
Incluso hay investigaciones que intentan determinar en qué fallan las parejas que enfrentan una ruptura, aún cuando ambos se quieren.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Washington estableció que hay 4 situaciones por las que pasan las relaciones que fracasan, y que son tan precisas que anticipa una ruptura en el 93% de los casos.
En Hey Hey Hello queremos compartirlas contigo, de manera que salves tu relación o estés consciente que la ruptura es inminente.
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1. La crítica destructiva.
Sobre todo la crítica que ataca la personalidad, el carácter y los intereses del otro; en lugar de una acción o comportamiento específico.
Recuerda que una cosa es decir que una situación no te gustó, y otra cosa es hacer sentir mal al otro.
Lo ideal es ofrecer una retroalimentación, e incluso proponer posibles soluciones a un problema o situación que te incomodó.
Además, los expertos aconsejan centrar tu opinión en un sólo comportamiento y No en múltiples cosas, con el objetivo de evitar que tu pareja sienta que es un ataque.
2. Demostrar desprecio.
El desprecio aparece cuando dejas tener interés en la otra persona, cuando ni disfrutas los momentos juntos y dejas de admirar sus cualidades.
Recuerda que las personas que manejan bien las relaciones son aquellas que aprecian el beneficio de conectarse con diferentes personas, incluso cuando éstas no son de su agrado.
Entonces, lo ideal es que mantengas presente cuáles son los puntos que tienen en común y cuáles son sus cualidades.
3. Estar a la defensiva.
Ocurre cuando 1 de los 2 no puede aceptar sus responsabilidades ante una queja, y eso impide que el conflicto se solucione de alguna manera.
Recuerda que estar a la defensiva solo aumenta la ansiedad y la tensión que experimentan ambas partes.
De acuerdo a los expertos, una buena forma de evitar esta actitud es escuchar de manera atenta las quejas de la otra parte, entender la perspectiva del otro, y luego encontrar una resolución al conflicto.
4. Ignorar al otro.
Cuando una de las 2 partes asume una postura de silencio y se niega a discutir una situación incómoda.
Esta actitud es dañina para la relación porque hace desesperar a la persona ignorada y evita alcanzar un acuerdo para solucionar los problemas.
Lo ideal es mantener el contacto visual, mantener una postura corporal adecuada y asentir con la cabeza para que la otra persona sienta que estás involucrada en la discusión.
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