Todas hemos estado en esa posición: vas a una fiesta, conoces a amigos de tus amigos, ligas a gusto, pero en algún momento de esa interacción te diste cuenta que nunca va a ser para ti.
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Eso es lo que es ligar con alguien que sabes que no es para ti, pero que aún así no puedes evitar sentir una atracción.
¿Qué es lo que va a pasar a continuación? Lo que sigue es un círculo vicioso entre atracción y seducción en el que seguramente no vas a salir vencedora. En primer lugar, tú ya te diste cuenta que esto no va a llegar lejos, pero sigues ahí. Entonces aunque el sepa lo mismo, empezará a preguntarse por qué le sigues prestando tanta atención. Entonces empezarán un intercambio peligroso en el que confundirán atracción con encariñamiento y hasta podrían llegar a pasar la noche juntos.
Para ese entonces ya te encuentras en un lugar infortunio. Las emociones de conexión empezarán a jugar con tu cabeza y te podrás preguntar cómo acabaste ahi y si tus juicios primeros estaban en lo correcto. Tus juicios estaban en lo correcto y sólo te dejaste llevar por la emoción de algo nuevo, pero no te preocupes, conseguiste un nuevo amigo. El chiste es darte cuenta de tus hábitos y prevenir futuras falsas esperanzas como ésta y saber aprovechar momentos en los que podrías conseguir nuevas y fructíferas amistades.
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