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Cosas que pasamos cuando nuestros papás se sacan sus redes sociales

Ah pero querías que lo hicieran...

¿Otra cadena?

Hace tiempo, cuando comenzó el furor de las redes sociales, incluyendo el Whatsapp, nuestros padres y tíos, no querían involucrarse, algunos lo veían como peligroso, otros como una pérdida de tiempo, otros como una cosa del diablo y otros todo lo anterior.

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Pero en cuanto se enteraron que sí servían para comunicarte con tu primo de Tijuana o que su comadre ya tenía Facebook y le enviaba saludos, se interesaron un poco, y así pasó:

1. «A ver, enséñame la foto»
Eso era lo que te decían cuando les comentabas que en Facebook ya habías visto que ya estaba embarazada Fulanita de tal.

2. Mi celular no sirve para eso
Los teléfonos celulares viejitos quedaron atrás, poco a poco nuestros papás y tíos se fueron modernizando hasta tener uno que soportara el Whatsapp.

3. El Whatsapp fue el inicio
Primero les ayudamos a instalarlo, (luego de explicarles que no era una red social como Facebook) Sólo era para llamar y mandar mensajes gratis, siempre y cuando tuvieran internet.

4. Agarraron confianza
Ya con más confianza y dominando más sus teléfonos inteligentes con la práctica de la mensajería por whats

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, comenzó el…

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5. «A ver, ponme el Facebook»
Así inició la primera sesión de capacitación del Facebook, explicamos que el muro es como una pared donde pones cosas que tus amigos ven y que tus amigos «suben» cosas que puedes ignorar o que si te gustan puedes darles like, comentar o compartir en tu muro, que las notificaciones son lo que más te importa porque es la interacción directa, que no necesitan comentar todo y que uno mismo restringe quien tiene acceso a nuestra cuenta.

6. El misterio del Inbox
Explicarles que el inbox es el mensaje privado, es parte fundamental de la introducción al Facebook.

7. Amenaza de abandono
Esta crisis pasó con todo, primero con el whats, «es que no le entiendo» y «no me acuerdo cómo respondo», son los motivos principales para escuchar que ya no quieren las aplicaciones en sus teléfonos y que prefierne quedarse con la tradicional llamada y mensaje de texto, sin embargo, esto no ocurre, pues a regañadientes continúan usando sus aplicaciones.

8. «A ver, ayúdame a felicitarla en su cumpleaños»
Entonces, entre más práctica y ocio, se dan cuenta de la alerta de cumpleaños, pero tú que escribes más rápido eres el encargado de escribir la felicitación (larguísima), mientras redactas lo que te dictan, tratas de explicar que no es tan difícil.

9. Compartir y compartir
De repente… ¡boom! Entras a tu Facebook y ves que tu tía o tu mamá comparten todas las cadenas y publicaciones que ven, desde el Piolín que te desea un buen día, hasta remedios para quemar grasa corporal.

10. Etiqueta: Amenaza
Dependiendo tu umbral de tolerancia, inhabilitas las etiquetas o esperas que cada inicio de semana o mes, te etiqueten en un pensamiento optimista lleno de buena vibra y tréboles de cuatro hojas.

11. «Me mandó invitación y no sé quien es»
Entonces nuestros años de práctica como stalkers profesionales nos sirven de algo, es hora de transferir conocimientos y enseñamos a stalkear, para decirles las 3 conclusiones básicas de Facebook: «Si no lo aceptas, se dará cuenta de que no quieres ser su amigo», «Si no lo conoces y no tienen amigos en común, no lo aceptes», «Si vive en otro país o tiene nombre raro, no lo aceptes».

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12. Autolike
(¿Qué tiene de malo que se den like ellos mismos? Nada, bueno, no exageremos, sabemos que lo dejarán de hacer)

13. Comentario en foto de perfil
Acabas de cambiar tu nueva foto de perfil, estás en la cima del Tepozteco donde fuiste a acampar con tus amigos, te ves llena de alegría y júbilo, luces hermosa, y tu familiar te comenta: «Mija, salúdame a tu tía Yola, dile que pase a la casa».

14. «Ya me aburrió»
También llega un momento que todos atravesamos, nos aburrimos y perdemos un poco la euforia por las redes sociales.

15. ¿Viste lo que puso Perenganito?
No, en realidad no lo viste pero te das cuenta que ahora son ellos los que están más enterados de las publicaciones populares o de los memes del día.

16.»Ya te vi, eh»
Te etiquetan en una foto y la próxima vez que te encuentras a tu tía te dice: «¿Es el nuevo galán? Ya te vi, eh».

17. «Pero si te lo mandé por Facebook»
Sí, ya todo se maneja por Facebook y llega un momento en que uno es quien no vio cierta publicación o no se enteró de algo.

18. «¿Cómo salí en la foto?»
Eres la que sacó la foto del recuerdo y tu tía quiere asegurarse de verse bien porque…

19. «Y la subes a Facebook»
¡Claro!

20. «A ver, ponme el Twitter»
Y comenzamos de nuevo.

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La verdad nos parece divertido, (aunque sabemos que en momentos muy peculiares puede no serlo tanto), nos agrada saber que acercamos a nuestros mayores a una era digital, y cuando te quiera ganar la desesperación, recuerda que en unos años tú necesitarás ayuda, así que tómalo con calma, con humor y ¡comparte!

¡Estamos en Facebook!

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