Mucho se dice de la posición 69 y lo cierto es que mucho de lo que se dice para bien es verdad, es una posición que enriquecerá la intimidad.
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Hacer el 69 implica confianza y sí, también algo de fuerza y empeño pues puede ser que cueste algo de trabajo, sin embargo tiene sus 3 grandes recompensas:
1. Ambos tienen la oportunidad de dar y recibir placer al mismo tiempo.
Esta posición permite que ambos puedan tener al alcance de sus bocas las partes íntimas de su pareja, así que podrán dar y recibir placer oral al mismo tiempo.
2. Una vez en confianza y seguros resultará especialmente placentero.
Quizá las primeras veces resulte complicado, pero con la práctica podrán ir agarrando sus mañas, ¡la experiencia hace la diferencia!
si ya tienes rato con tu pareja será mucho más fácil que ambos encuentren la forma de llevarlo a cabo pues no la pena nos les impedirá hacer su mejor esfuerzo.
3. Te olvidas de tus «imperfecciones».
En esta posición tu pareja podrá apreciar de ti una parte que ya le encanta, su olor, sabor, forma, textura… ¡Todo lo apreciará desde otro ángulo! Así que puedes perder total atención a que se te vean las estrías o cualquier otra cosa que te cause pudor.
Ahora, si aún no te animas a experimentarlo o no siempre sale bien, esto es lo que te recomendamos para que aprovechen esta posición:
-Relájense, deben estar dispuestos a disfrutarse.
-Si estás arriba, pon tus rodillas a la altura de su cabeza y abre tus piernas al nivel que sea satisfactorio para ambos, baja tu cabeza hasta que llegues a su miembro y el placer irá acomodándolos a ambos.
-Si es necesario usen una almohada debajo de su cabeza o su cadera para más apoyo.
-Deja el pudor y las vergüenzas lejos de la cama, si tu pareja no quisiera estar «ahí», no estaría «ahí».
-Si te pone tensa el olor de la zona, inténtelo después de una ducha para que ambos se sientan cómodos.
Ahora sí, el resto lo hace la práctica.
