Un amor que nos marca jamás se olvida…
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Tal vez creas que un amor puede olvidarse por completo, pero yo no creo eso y Joaquín Sabina dice que «amores que matan nunca mueren».
Si algo he aprendido de mis relaciones fallidas es que el amor no se acaba o muere: aprendemos a salir adelante a pesar de los corazones rotos, las lágrimas y los recuerdos que quedan, pero si llegamos a amar verdaderamente a una persona solamente la superamos.
Cuando los recuerdos siguen doliendo, cuando la herida todavía no cicatriza es cuando decimos que olvidamos… En cambio cuando logramos sanar, superar y dejamos ir es cuando empezamos a reflexionar.
Recordamos todo lo bueno: los momentos en los que fuimos inmensamente felices a pesar de alguna pelea, los detalles que hubo, las caricias, los besos…
También recordamos lo malo: las razones por las cual peleábamos con nuestra pareja, las diferencias que podían ser más que las similitudes, la razón por la cual terminamos.
Entendemos porqué no funcionó, vemos con otros ojos nuestros errores, los de la otra persona, las cosas que pudimos hacer diferentes.
Y justo cuando entendemos eso, es cuando la herida se convierte en cicatriz, cuando ya perdonamos y esa persona es un extraño con recuerdos en común.
Posiblemente podemos ser amigos de esa persona, posiblemente no y no querremos volver a saber de ella sobre todo si nos quedamos con muchas cosas dentro.
Pero de algo si estoy muy segura: todas y todos tenemos un amor que nos marco, un amor que nunca olvidaremos, uno que nos gustaría volver a vivir.
Ese amor nos dejó una gran lección en nuestra vida, ese amor nos enseñó a entregarnos sin medida, a confiar a ciegas.
Y es por ello que creo que el amor no muere, todos tenemos un amor que recordaremos siempre. Conoce 5 cosas que hace un hombre que NO será infiel (expertos).
