advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Ámate para que no te permitas amar a quien no lo merece

No se trata de los demás, se trata de ti

¿Te amas?

Dicen que el amor más difícil de dar es el propio, pues estamos inmersos en nuestra existencia que no es común preguntarnos: ¿Me amo? ¿Me hago feliz? ¿Me siento orgullosa de mí? ¿Me perdono?

Te puede interesar:

-Cuando un hombre te busca para pasar el tiempo…¡se nota!

-Los 4 mejores consejos que me dieron después de terminar una relación

¿Cuántas veces has amado más a tu pareja que a ti misma?

A nosotras también nos retumban las palabras que Ketut le dice a Liz en Comer, Rezar y Amar: «A veces perder el equilibrio por amor forma parte de tener una vida equilibrada.»

El problema se presenta cuando olvidamos que nosotras estamos construyendo nuestra felicidad y eso, para empezar, no puede reducirse a llenar las expectativas una persona, que no seamos nosotras mismas.

La lección que tenemos que tener presente es que la primera persona que debe de enamorarnos somos nosotras mismas, amar nuestras decisiones, nuestro pasado, nuestros defectos, nuestro cuerpo, todo lo que nos hace imperfectas, pues también forma parte de lo que nos hace únicas.

A medida de que más nos amemos, nos entregaremos a nuestra propia aventura, nuestras metas estarán en función de nuestros sueños y cumplirlos, será un proceso en el que pondremos en práctica los valores y filosofía de vida que nacen desde nuestro corazón y están conectados a nuestra mente.

Cuando nos amamos de esta manera, rechazamos aquello que nos acompleja, lo que nos hace sentirnos chiquitas o a quien simplemente nos ama menos de lo que merecemos, y si llega una persona a ofrecernos su amor bajo condiciones egoístas, sabemos detenernos y cerrarle la puerta, pues no estamos dispuestas a vivir algo que atente contra el jardín que hemos construido en nuestro interior.

Fácil no es, imposible tampoco, si estás enfrentando una situación similar o te da la corazonada de que algo no anda bien con tu relación, piensa y compara la situación actual «A», con una situación que estaría en tus manos realizar con un yo en libertad «B», por ejemplo:

A. Cenando acompañada discutiendo entre bocado y bocado por algo que aún no comprendo.
B. Podría estar bañándote escuchando algo de música.

A. Llamada larga por celular para convencerlo de algo.
B. Llamada larga por celular para hablar del último viaje que hice.

¿En cuál te gustaría quedarte porque significa tu felicidad y te sientes amada?

Ámate para que no le abras la puerta a un amor que no te merece, para que puedas distinguirlo y sacarlo de tu vida. Sé tu primera opción, y espera a que llegue alguien que te invite a compartir porque está dispuesto a dar y a recibir, entonces, comparte.

¡Estamos en Facebook!

Advertisement