Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. Aunque, muchos lo consideran un refrán, podría tener toda la razón.
Si tú eres de las personas que se pone más feliz o incluso malcopea después de tomar unos tragos, estás demostrando tu verdadera personalidad.
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Tal vez, creas que el alcohol causa cierto efecto en ti, que te provoca hacer cosas que no harías si estuvieras sobria.
Sin embargo, un estudio ha revelado que el alcohol no provoca dicho efecto, simplemente así eres.
El estudio
La revista Clinical Psychological Science reveló un estudio de nombre “Does drinking change your personality? Not so much”.
La autora de este estudio fue la psicológica Rachel Winograd, de la Universidad de Missouri-St. Louis.
La psicóloga analizó a 156 personas, en donde les pedía que explicarán cómo creían que eran sobrios y cómo cambiaban al beber.
En la investigación la mayoría de los participantes confesó que consideraban que se transformaban cuando ingerían alcohol.
La mitad de los participantes ingirió alcohol (principalmente vodka) por un periodo de 15 minutos, después de este tiempo reunieron a todos.
Después de entrevistarlos brevemente, pasaron a un laboratorio en grupos de 3 o 4 personas. Ahí les hacían pruebas de alcoholímetro.
Ambos grupos realizaron actividades dinámicas y de personalidad, al terminar las personas que no habían bebido se sentían menos abiertas a nuevas experiencias.
Mientras que los que sí habían tomado eran más extrovertidos y tenían emociones más estables.
“Los evaluadores informaron de manera confiable lo que les era visible y los participantes experimentaron cambios internos que eran reales para ellos, pero imperceptibles para los observadores». Fue lo que mencionó la analista Rachel Winograd.
La conclusión
Los resultados arrojaron que, aunque muchos piensan que el alcohol vuelve a las personas más extrovertidas no es así, el alcohol no modifica nuestra personalidad. Seguimos siendo nosotros después de ingerirlo.
Beber no te da el valor para realizar un acto, tu inconsciente provoca que tú saques tus verdades intenciones.
Ahora ya no puedes culpar de tus locuras al alcohol, pues éste no te está dando el valor necesario, simplemente eres tú misma cuando las realizas.
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