Llegaste a mi vida en el momento menos esperado.
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Yo ya no creía en el amor, estaba cansada de ilusionarme para que al final todo terminara en algo pasajero y yo con una decepción más. Estaba negada a salir, a conocer, a darme una oportunidad de ser feliz de nuevo. Con el tiempo mis amigas se resignaron a presentarme galanes, yo misma me portaba apática y desinteresada para que no insistieran con una segunda cita.
Ya había pasado mi etapa de tormento y de preocuparme por el amor que no noté lo que tenía cerca. Estaba tan atrapada por el trabajo y encerrada en mi propio mundo, que tú me tomaste desprevenida, con la guardia baja y sin saber si estaba lista para compartir mi vida y espacio con alguien.
Pero así fue… Me enseñaste que NO todos los hombres son iguales, que se puede confiar en alguien y amar como si nunca te hubieran lastimado. Aprendí a entregarme aún sabiendo que me podían herir y sin embargo, cuando el cariño es sincero esa persona no lo hará.
Aprendí que cuando amamos y somos amados por la misma persona, esa persona luchará por mantenernos día a día, por procurarnos, por conquistarnos aunque ya nos tenga… Porque el amor entre uds nunca termine.
Entendí que una pareja es alguien con quien puedes compartir tu vida: contarle tus miedos, tus secretos, anhelos y sueños. Es esa persona con la que puedes ser tú misma, que amará tus virtudes y defectos, aquél que besará tus cicatrices, la que te aconseja aunque no siempre esté de acuerdo con lo que hagas.
Aquella a la que puedes abrirle tu corazón, la que dejas que se acabe tu helado favorito y odias cuando tu perro/gato es traicionero y lo prefiere. La persona que sabe arreglar un problema y se quede a pesar de haber visto tus 5 minutos de ira. Aquella que no tenga miedo de verte en pijama, recién levantada y con mal aliento.
Gracias por haber llegado a mi vida, amor. Gracias por pintar mis días grises con color, por ser la fuerza que me llega a faltar, por enseñarme a creer, por ser la única persona con la que paso de felicidad a tristeza y viceversa. Gracias por ser mi confidente, mejor amigo y compañero de vida.
Gracias por la paciencia, por los malos y buenos momentos, gracias por haberte quedado, por haber luchado, por seguir escribiendo esta historia.
Y aunque sé que no todo es color de rosa, habrá momentos donde las diferencias nos ganen, donde peleemos por la más mínima tontería, yo seguiré ahí para él así como él para mi: es un amor que no se deja llevar, que resiste, que lucha y sigue adelante. Con mayor fuerza de la que tenía antes, un amor que muy pocos llegan a conocer.
Gracias por hacer realidad la palabra amor. 15 hábitos que sólo tienen las parejas que SÍ son estables.
