Las discusiones son necesarias en una pareja. Es sano pelear un rato y luego reconciliarte y llegar a un acuerdo en el que todos estén contentos.
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Pero vivir del chongo no es tan divertido… y en ocasiones peleamos por cosas muy simples que se convierten en toda una tormenta cuando alguna de las 2 partes hace algo como esto:
1. Poner los ojos en blanco.
La típica actitud que podía sacar a tu madre de quicio… Voltear a ver el techo o poner los ojos en blanco cuando tu pareja te está hablando es clara señal de fastidio y de que no te interesa en lo más mínimo lo que te está diciendo, o lo que es peor, que lo estás desacreditando sin siquiera escucharlo. Esta actitud denota soberbia y desinterés y a nadie le gusta que lo hagan sentir así.
2. Cerrarte.
Todas lo hemos hecho: a mitad de un argumento te hartas y dejas de poner atención. Simplemente te cierras a escuchar o responder y él puede seguir hablando y tú parecieras estar en la luna.
Una cosa es mantener la calma y no explotar, permanecer callada mientras él termina de sacar todo lo que trae dentro y luego responder y otra muy diferente es hacer como si no estuviera ahí. Ponerte en modo mutismo no es una actitud constructiva dentro de una pelea.
3. Sarcasmo.
El uso del sarcasmo es divertido cuando la gente no se está peleando… Si tienes un humor sarcástico seguro tu pareja lo valora como parte de tus cualidades pero usarlo a la mitad de una discusión no suele ser productivo. Implica una burla hacia su persona y esto nunca es aceptable cuando estás tratando de arreglar algo en tu relación.
4. Dejarlo hablando solo.
Creo que este punto no necesita demasiada explicación, a nadie nos gusta que nos dejen hablando solos y menos si estamos a la mitad de un argumento.
5. No reconocer tus errores.
Estar en una relación significa ceder en muchas cosas, de ambas partes. Ni tú estás bien siempre ni él tiene la razón todo el tiempo, son 2 personas que están aprendiendo a convivir con el otro.
Recuerda que nadie posee la verdad absoluta de nada, es cuestión de compatibilidad y esto quiere decir que habrá ocasiones en las que tendrás que reconocer que te equivocaste o que reaccionaste de manera precipitada ante una situación.
No hacerlo puede ser muy dañino para la relación y funciona igual hacia ambas partes.
Una relación es un compromiso de 2 personas que, porque se quieren, tratarán de buscar puntos afines en su convivencia. Habrá ocasiones en las que estés segura de que tienes razón pero tendrás que aceptar que tal vez hubieras podido reaccionar diferente.
