Este año el gobierno de Suiza ha prohibido cocinar langostas vivas en agua hirviendo, acto culinario que se presenta alrededor del mundo.
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El gobierno señaló que los crustáceos deberán ser aturdidos antes de sacrificarlos en agua hirvi endo para su consumo. En estas mismas modificaciones a la ley también aclararon que ningún animal podrá ser transportado en hielo agua helada y que las especies acuáticas deberán preservarse en su entorno natural. Por «aturdir» el gobierno se refiere a que las langostas deberán ser dormidas por algún método, pero no especificaron cuál.
Estudios desde el 2008 afirman que estos animales sí sufren, ya que se registra una conciencia local ante el estímulo dañino; mientras que otros de 2013 ahondan en cómo los cangrejos huyen del dolor gracias a estímulos nerviosos. Lydia Chaparro, ecóloga marina, aclara que en situaciones como ésta en la que no se sabe a ciencia cierta los mecanismos del dolor y sufrimiento en estas especies, lo mejor es minimizar el sufrimiento animal en medida de lo posible.
La PETA aplaudió la decisión del gobierno con la siguiente declaración: «Esta legislación tiene sentido para cualquier persona en una sociedad civilizada, porque cuando se les sumerge en agua hirviendo se ve que los crustáceos se retuercen salvajemente y arañan la olla en un intento desesperado por salir.» Además, añadieron que la mejor forma de evitar estos sufrimientos es simplemente optar por opciones veganas disponibles.
¿Qué opinas? ¿Eres fan de las langostas? ¿Te molestaría comer una langostas que no fue hervida viva? ¿Planeas volverte vegana después de esta nota?
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