El año pasado salió a la luz el pasado (y presente) oscuro de Kevin Spacey. El también actor Anthony Rapp lo acusó de abuso sexual cuando era menor, y Netflix (y el mundo) reaccionó rápido al despedirlo de su serie House of Cards.
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Primero detuvo la producción de la próxima temporada, lo cual nos dejó a los fans en ansias a ver qué ocurría. Después anunciaron que sí continuaría la serie, pero ya sin Spacey. Además, Netflix ya empezaba a medir en costo los daños que le costaría los escándalos de abusos sexuales.
En total, Netflix ha perdido 38 millones de dólares.
No solamente por la mala fama de su actor, sino porque la película Gore que también protagonizaba Spacey fue cancelada. Incluso habiendo estado ya rodada. De todos modos, la mala publicidad de mantenerlo en la serie le hubiera costado muchísimo más a Netflix.
Por lo pronto, podemos esperar un protagónico de Robin Wright, algo que está más que justificado con la trama (no revelaremos spoilers). Mucho se ha dicho sobre si el personaje de Spacey morirá o cómo lo van a sacar, pero no nos queda mas que esperar.
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